Los adictos a Internet como mi persona, sufrimos mucho cuando tenemos que irnos de viaje. Por un lado está esa maravillosa sensación de libertad, ese romper con las cadenas de Internet, y que todo sea dicho, se la recomiendo a más de uno. Sin embargo, por otro lado, existe esa gran incertidumbre sobre la posibilidad de conexión a Internet, aunque sea un instante, en el lugar de destino. Existen numerosas soluciones para mantenerse conectado cuando salimos de casa, tenemos las foneras, el wifi del hotel, el wifi del Starbucks (siempre hay alguno por la zona), el modem gprs/3G del teléfono (tristemente esto sigue siendo excesivamente caro), etc.
Cuando el wifi se fue extendiendo por las ciudades, era usual encontrarse muchas redes abiertas y desprotegidas. Era común ir al Starbucks y tener wifi gratuito, lo mismo en los hoteles. No obstante, esta tendencia se ha ido revirtiendo en los últimos años. En la actualidad existe un mayor número de redes wifi, pero cada vez más, estas están protegidas mediante clave (WEP/WPA) o son privadas. El número de redes que, aunque están abiertas, emplean un portal captivo para su uso, se ha incrementado considerablemente. Generalmente este portal contiene algún sistema de usuario/contraseña para permitir el acceso. Si tenemos esos datos podremos introducirlos y navegar sin restricciones, en caso contrario tendremos que pedirlos o pagar por ellos. Este último es el caso de muchos hoteles, del Starbucks o del wifi en los aeropuertos. Para poder usarlo, primero tenemos que pagar con nuestra tarjeta de crédito una tarifa y solo entonces nos darán el usuario y contraseña y podremos navegar.
En algunos casos puedo entender el uso de estos sistemas, pero por norma general me parece un atraso. En la era de Internet es inconcebible que, pagando por unos servicios (comida/bebida en el Starbucks, noches de hotel o un vuelo), no se nos proporcione la conectividad de forma gratuita.
Me consta que, en muchos casos, el uso de un sistema de pago es consecuencia de la necesidad de restringir el acceso a los recursos, bien por temas de seguridad o bien para evitar colapsos en el sistema. A raíz de lo anterior, el otro día se me ocurrió una idea que podría implementarse para ofrecer wifi gratuito y seguro en los aeropuertos. Lo ideal sería que, cuando se facturen las maletas, al hacer el checkin, el propio sistema de facturación del aeropuerto proporcione en el billete la clave wpa del día de la red inalámbrica del aeropuerto. Con esta información, cualquier viajero podrá conectarse a la red y evitaremos conexiones parásitas. El hecho de que el sistema actualice la clave wpa diariamente evita la reutilización de la clave por parte de extraños. En el caso de que no se quiera imprimir siempre la clave en el billete, se puede instruir al personal encargado de que le pregunten al viajero si desea wifi o no (como antaño se hacía con la zona de fumador/no fumador). Por último, para poder proporcionar un seguimiento (no repudio), el sistema de facturación le asigna a cada billete emitido, un nombre de usuario y una contraseña. De esta forma, no solo la red está protegida mediante clave, sino que una vez autenticados tendremos que meter el usuario y contraseña (que está asociada con nuestro nombre y apellido del billete) para poder navegar. Esto permite a las autoridades del aeropuerto identificar los usos malintencionados de la red wifi y puedan asociarlo a una persona física.
Sinceramente, no creo que fuera muy costoso (en términos de desarrollo claro) implementar estos cambios para que los viajeros que quisieran conectarse, lo hicieran de forma gratuita y segura.
¿Qué os parece la idea? ¿Algún lector trabaja en algún aeropuerto? No estaría mal que se lo propusieran a sus jefes.
PD: Soy consciente de que existen métodos para saltarse los portales captivos (dns tunneling et al.) pero considero que, al margen de la calidad de las restricciones, el servicio no debería requerir dichos sistemas.